Cada día es más habitual ver una obra de rehabilitación cuyo objetivo es mejorar el confort térmico del edificio. Vamos a explicar en qué consiste el confort térmico y cómo podemos conseguirlo en un edificio antiguo…
Confort térmico
No resulta sencillo definir el «confort térmico» pero podemos decir que estamos en una situación de confort térmico cuando no notamos sensación de calor, ni de frío. Además, la humedad y el aire en movimiento deben favorecer la actividad que estamos desarrollando.
Esto es fácil de entender si pensamos en dos casos bien distintos: una habitación de hospital y un gimnasio.
En la habitación de hospital estamos quietos, normalmente con la bata verde y, para mayor gloria, no solemos encontrarnos demasiado bien.
En el gimnasio también estamos con poca ropa, pero haciendo ejercicio y normalmente rodeados de otros que sudan igual que nosotros.
Por tanto, las condiciones de confort son distintas en la habitación del hospital y en el gimnasio (la normativa exige distintos parámetros para distintos usos).
Confort térmico en nuestro edificio / vivienda
En nuestro edificio, o en nuestra vivienda, también puede haber momentos en que estamos limpiando, cocinando, teletrabajando o leyendo en el sofá.
Pero en general, se estima que para tener confort térmico en una vivienda debemos estar en torno a 20 o 21 grados en invierno (no, no podemos estar en camiseta) y a unos 25 en verano. Siempre hay personas más frioleras o calurosas, pero son estimaciones bastante aceptadas. También hay que evitar las corrientes de aire y los ambientes extremadamente secos o húmedos.
Cómo podemos conseguir el confort térmico
El problema surge cuando en invierno el calor del interior de nuestra vivienda tiende a escapar al exterior por las zonas más frías (fachadas mal aisladas, carpinterías, cristales, techos). Y en verano, básicamente, sucede lo contrario…
En edificios nuevos
En un edificio de nueva construcción debemos valorar al menos los siguientes aspectos:
En edificios existentes
Sin embargo, en los edificios existentes normalmente estamos mucho más limitados.
Las opciones de mejora se reducen, casi siempre, a obras que podemos hacer por el exterior. Sustituir instalaciones o ventanas es, hablando desde la experiencia, casi imposible. Lo normal es encontrar vecinos que han cambiado su caldera, o sus ventanas, otros no, otros a medias… y poner de acuerdo a una comunidad de propietarios suele ser misión imposible.
Por tanto, casi la única forma de mejorar el confort térmico en un edificio existente consiste en revestir las fachadas con un SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior).
El sistema SATE tiene las siguientes ventajas:
A continuación podéis ver el aislamiento SATE (8 cm de EPS 0,031 W/mk) colocado en una fachada exterior que rehabilitamos hace un par de años:
La misma zona, una vez colocada la pieza de esquina con su malla, antes de aplicar el mortero y el acabado.
Como siempre recordaros que estamos a vuestra disposición a través del formulario de contacto, el correo rt@rtarquitectura.com y en nuestras páginas de facebook, twitter e instagram, donde cada día enlazamos información sobre la rehabilitación de edificios y la eficiencia energética… os esperamos!
Otros artículos relacionados
Aislamiento térmico por el exterior SATE
SÍGUENOS EN…