Vamos con un caso práctico en el blog, la reconstrucción de balcones en una comunidad de propietarios, una rehabilitación que se lleva a cabo cuando el estado de conservación no permite otras opciones más sencillas.
En este caso ya se habían asegurado algunas zonas con malla, para evitar posibles desprendimientos.
Demolición
Como casi siempre en nuestro trabajo, el primer paso consiste en demoler aquello que no puede ser restaurado. Por tanto, taparos los oídos que empezamos!
En algunos balcones se ha podido mantener la base de soporte, ya que no estaba especialmente deteriorada. De ahí que en este nos quedemos así, con la cara superior de las viguetas metálicas a la vista.
Reconstrucción
En otros, sin embargo, ha sido necesario demoler por completo, dejando sólo la estructura metálica. Una vez protegida ha servido de apoyo para los bardos que podéis ver en la siguiente fotografía (las piezas cerámicas planas y alargadas que serán la base del futuro balcón).
Esta es la parte más artesanal de todo el proceso, la realización con madera de encofrados que se van reaprovechando para verter el hormigón aligerado y reconstruir la base de soporte, esta vez con un mallazo metálico que ayude a repartir las cargas.
Una vez fraguado y desencofrado, por la cara inferior se comienza a aplicar el mortero hidrófugo. Dependiendo del espesor que queramos obtener, lo daremos en varias capas de hasta 2 cm cada una.
Impermeabilización
A la hora de impermeabilizar el balcón, en este caso se ha optado por una solución tradicional con un «babero» perimetral de zinc, que será lo que sobresaldrá. Con la curvatura que tiene en el extremo se evitará que el agua resbale por el canto del balcón, deteriorándolo.
Después se aplica una imprimación previa y se realiza la impermeabilización propiamente dicha. Es importante, si se usa tela asfáltica, que el encuentro con los bordes se resuelva bien! La otra opción, cada vez más habitual, es optar por una impermeabilización cementosa. Es más sencilla de aplicar y evitamos quemar cosas con el soplete (la tela asfáltica se adhiere con calor, mucho calor!).
El siguiente paso es solar de nuevo, con baldosín cerámico… se colocan las guías y se rematan los encuentros con piezas cortadas con todo el cuidado posible.
Para terminar nos faltaría dar una lechada, rematar los encuentros y, opcionalmente, hacer un sellado perimetral.
En el frente y los laterales, si existían, habría que reponer también las molduras (reproducidas antes de la demolición con un molde siliconado).
Como habréis visto el trabajo es largo, artesanal… pero nos aseguramos unos balcones en buen estado para muchos años!
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