Llevamos 15 años trabajando como arquitectos principalmente en el campo de la rehabilitación.
Nuestros trabajos tienen que ver con proyectos de conservación, consolidación, reforma, inspecciones ITE o los nuevos informes IEE…
En muchos casos vemos patologías graves: cornisas con peligro de desprendimiento, molduras sueltas, balcones destrozados, ladrillos a punto de caer, etc.
Hemos hablado con técnicos municipales, con clientes, con comunidades de propietarios, con administradores…
Y después de todo esto nos vienen a la cabeza dos palabras: rehabilitación urgente!
Los hechos
Como hemos dicho arriba, después de 15 años hemos visto muchas cosas (y las que nos quedan por ver!) que nos ponen los pelos de punta. Por ejemplo:
– Un edificio que ha sufrido varios desprendimientos pasa una inspección ITE con resultado favorable. Otro desprendimiento desde una planta 10º, van los bomberos, nos llaman y esto es lo que ha caído, con suerte de no haber nadie sentado en la terraza!
El historial de los problemas del edificio está en manos «de quien corresponde» desde hace años, se piden certificados… hacemos una intervención de urgencia y encontramos esto:
Este fue el desprendimiento que pudo haber matado a alguien, ¿cuál será el siguiente?.
– Otro edificio, en el que estamos trabajando, tan sólo fijaos en el tamaño de lo que hubo que retirar tras un desprendimiento a la vía pública:
– El último ejemplo, que ilustra uno de los principales problemas que podemos encontrar en edificios de los años 40 a 70: ladrillos totalmente deteriorados, sobre todo en las últimas plantas, que son retacados una y otra vez…
Nuestro diagnóstico
Como comentábamos al principio tratamos con muchos técnicos municipales, administradores, propietarios… este podría ser un resumen:
– Administración: los técnicos están desbordados y colapsados por el número de expedientes que deben atender. Para nosotros la cuestión es la siguiente ¿falta personal o hay que darle una buena vuelta a los procedimientos?.
La realidad es que algunas obras no pueden esperar años y los procedimientos «rápidos» al cabo de unos meses vuelven con requerimientos imposibles.
Ahora hay una barra libre de «declaraciones responsables» y, en muchos casos, en una ventanilla te aseguran que el procedimiento a seguir es una DR (Declaración Responsable) pero en la de al lado te explican que tienes que tramitar un PO (Procedimiento Ordinario). La información confusa nos lleva a todos a la ineficacia…
– Administradores: sólo podemos decir que es un colectivo digno de admiración (aunque también hay algún «bicho» suelto de llevarse las manos a la cabeza).
Nuestra experiencia es que son una figura clave en la conservación de los edificios. Normalmente tratan de llevar al día las inspecciones ITE / IEE obligatorias, los mantenimientos, y en muchos casos hacen de psicólogos, mediadores, profesores…
Quizá (desconocemos si existe algo parecido) deberían tener alguna «atribución» en la línea de asegurar que las comunidades son informadas sobre sus obligaciones.
– Propietarios: aquí, como en botica, hay de todo… pero como repetimos mucho en el blog: el deber de conservar es de los propietarios.
La normativa es clara y lo anterior significa que si cae un ladrillo sobre alguien, la culpa no es del ladrillo, ni del mal tiempo, ni del administrador, ni de las autoridades… la culpa es de los propietarios por no mantener su edificio en buen estado. Esto no gusta, pero como decíamos antes la normativa es clara al respecto.
La solución
En patología edificatoria no hay milagros. Los edificios, como los coches, necesitan mantenimiento por el hecho de estar en uso.
Hay materiales más resistentes, soluciones más duraderas, pero no hay nada que pueda estar 50 o 100 años sin mantenimiento de ningún tipo!
Madrid tiene una necesidad de rehabilitación urgente que salta a la vista. En la ciudad tenemos un parque edificatorio envejecido, con muchos bloques de más de 50 años que no han sido rehabilitados ni desde el punto de vista de la conservación ni desde el punto de vista de la eficiencia energética.
Hace poco escribimos un artículo que se titulaba «la rehabilitación como inversión a largo plazo» en el que quisimos transmitiros la idea, avalada por nuestra experiencia profesional, de que debemos enfocar la rehabilitación como inversión y no como un gasto de conservación.
En resumen, tener una propiedad implica mantenerla, y el mantenimiento es una inversión necesaria si queremos ir seguros por la calle.
Nosotros, por deformación profesional, evitamos ir pegados a las fachadas sobre todo los días de lluvia / viento, pero no se trata de eso. Se trata de que todos los implicados (la administración, los administradores, las comunidades de propietarios) se tomen en serio el problema y poco a poco mejoremos la seguridad (y la eficiencia energética) de nuestros edificios!
Como siempre recordaros que estamos a vuestra disposición a través del formulario de contacto, el correo rt@rtarquitectura.com y en nuestras páginas de facebook, twitter e instagram, donde cada día enlazamos información sobre el IEE, el mantenimiento y la rehabilitación de edificios…
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